Me gusta mi pelo. Es soso, y aburrido. Pero me caracteriza. Me gusta ser zurda, y ser original por eso. Me gusta ser original, en definitiva. Me gusta bailar hasta que el dolor de pies me paraliza. Me gusta Sevilla, el río Guadalquivir. Y, desde hoy, me gusta Triana. Me gusta ese "bar" donde he estado sentada hoy, justo en el bordecito del Guadalquivir.
Pero también me gusta Salamanca, o Alicante, o Granada... O cualquier sitio para el que me den la séneca.
Me gusta mirarme en cualquier superficie reflectante que exista (sea o no un espejo), y sonreirle al mundo.
Me gustan los bebés, y me gustan los bebés de Triana, sobre todo los rubios.
Odio el tomate. Y el olor de todos los refrescos. Odio el miedo, halloween, y todo lo que tenga que ver con cosas de ese estilo. Odio tener que hacer cosas que no me apetecen, pero, supongo que no me queda otra. Odio mi carrera, las asignaturas, y la clase en la que estoy. Odio vivir en Sevilla Este (pero solo por la gran distancia que me separa de todo). Odio que mi movil se quede sin batería en momentos inoportunos. Odio no tener (aún) la libertad de ir y volver de algún sitio cuando me de la gana. Odio depender de los demás, pero odio ser independiente. Odio contradecirme siempre. Te odio a ti, o quizás no. Y odio volver a ser contradictoria otra vez.
Me gusta la canción de Alejandro, me gusta gritar "ALEJANDRO" en todas partes cuando la oigo. Me gusta una tarde así, de repente, y, que de repente, salga bien. Me gusta hacer lo que me da la gana. Que para eso me he llevado 5 años de mi vida atada de pies y manos a alguien. Me gusta ser yo, libre, sin más, sin tapujos y sin vergüenzas. Me gusta reirme cuando me apetece, y llorar cuando me apetece. Me gusta salir al sol de Noviembre, pero odio que sea de noche temprano.
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