viernes, 1 de abril de 2011

Sonrisa.

Me hace gracia. Y sonrío. Creo que no hace falta decir que, para continuar, me río. No de ti, nunca de ti. Excepto aquél día. Pero lo mejor viene después. Cuando hay ese silencio y, automaticamente, esa palabra. Me hace gracia. Nadie nunca me lo había repetido tantas veces (ni siquiera mi espejo) como tú lo has hecho. Y tengo que sonreir, claro que tengo que hacerlo. Me obligas sin saberlo. Es curioso. Como alguien pasa de ser una mera etiqueta, a ser algo. No puedo decir que importante, pero sí puedo decir que destacable. Es curioso como aquélla noche del 30 de Julio le dije a ella lo que pensaba sólo al verte. Y mira el día de ayer. Cuando ella misma me dijo lo que pensaba de todo. Y sonrío otra vez. Por esa espontaneidad, porque salen palabras tuyas sea lo que sea que abra en Internet. Y cuando no son tuyas, están relacionadas contigo. Y vuelvo a sonreir. En serio, ¿dónde has estado? ¿Dónde hemos estado antes de ahora? Es curioso. Que la gente hable y a mí me de igual. ¿Qué fue de la Susana correctísima? Se perdió aquella noche de jueves (ni siquiera recuerdo qué fecha era). ¿Dónde estabas antes de aquél "guapa"? (Porque dicen que lo hubo, aunque yo no lo ví). Es curioso que el único silencio que me gusten ahora mismo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario